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El Mail de JRG

Hoy os voy a regalar el secreto mejor guardado 🤫 para enamorar a una vietnamita...

El nước mắm es el alma salada y atrevida de Vietnam. Lo pruebas una vez… y te atrapa para siempre. Llevo años afinando la receta, bajo la mirada implacable de mi novia vietnamita; que no perdona ni medio error, como debe ser. El otro día me dijo:

Huele a mi infancia, cuando recorría las calles en mi motillo de 50cc y el aroma salía disparado desde los restaurantes callejeros.

A esta receta la llamo la proporción 1:1.2:1.7:6. Un código sagrado. Como la contraseña de tu corazón. O como dice un proverbio Vietnamita – "Con đường ngắn nhất đến trái tim một người là đi qua dạ dày/La forma más corta de llegar al corazón de una persona es a través del estómago.".

🧪 Ingredientes con alma:

  • 1 → cucharada de azúcar
  • 1,2 → cucharadas de limón/lima (1) + vinagre (0,2)
  • 1,7 → cucharadas de nước mắm crudo (Yo uso Hưng Thịnh), del que pica en el alma.
  • 6 → cucharadas de agua tibia, ni fría ni caliente. Como un baño perfecto.

Opcional pero obligatorio:

  • 0,7 diente de ajo (sí, 0,7… confía)
  • Media cayena bien picada. Porque el amor también pica.

🔥 Instrucciones para el crimen perfecto:

  • Pica el ajo a cuchillo, como un pro. Nada de exprimidores ni prensas. Vamos a mortero, y lo queremos jugoso.
  • En el mortero, machaca:
    • 1 cucharada de azúcar
    • 1 de limón o lima
    • 0,2 de vinagre (no te pases con el vinagre)
    • el ajo
    • y si te tiembla el pulso, 2 cucharadas de agua para aflojar la mezcla.
  • Remueve con ganas. Como si estuvieras ligando en un bar de Hanoi.
  • En un cuenco aparte:
    • 1,7 de nước mắm crudo
    • la mezcla del mortero
    • y usa el resto del agua (4 cucharadas) para limpiar bien el mortero. Cada gota cuenta.
  • Prueba. Ajusta. ¿Le falta algo? Puede que un poco más de lima, una pizca de azúcar… échale lo que admita.
  • Pica media cayena y métela dentro. Sin miedo.

💘 Esto da para 2 personas y 10 rollitos de primavera… O para una vietnamita enamorada, que se la bebe como si fuera agua bendita.

Hazla, pruébala, y prepárate para preguntas del tipo:

“¿Tú de dónde has salido?”